Hace más de 15 años, en la búsqueda por actualizar mis conocimientos jurídicos después de una larga etapa como mama de Naomi y Héctor y años antes del nacimiento de Nicolás, mi tercer hijo, me encontré acudiendo a la Universidad Iberoamericana en Tijuana para informarme de las ofertas académicas de Posgrado de la Escuela de Derecho. Me recibió amablemente la Lic. Elizabeth Corpi quien en ese entonces coordinaba los esfuerzos de ese departamento y después de una breve entrevista para conocer qué era lo que yo estaba buscando, ella amable como es me dijo: ¿conoces la mediación? Estamos preparando un curso de introducción al estudio de la mediación en colaboración con el National Conflict Resolution Center de San Diego, respondí que no y agregué : ¡Me interesa! La siguiente semana volví para inscribirme y el resto es historia.
El curso resultó ser fascinante para mí, ya que no solo me permitió conocer un método para solucionar conflictos del que nunca había escuchado, sino romper enormes paradigmas en mi mente de abogada después de haber ejercido el litigio y participado recuperando adeudos para una compañía de seguros muy importante en México y como titular del departamento Jurídico de un Banco. El curso de Mediación me dejó gratamente sorprendida y con ganas de más. Fue entonces que me sumergí en este mundo que le ha dado otro sentido a mi profesión.
La mediación develó en mí, aspectos de mi personalidad que siempre han sido parte de quien soy, para darles un cause más técnico, útil y profesional.
Si yo pudiera describirme objetivamente mencionaría que soy una persona extrovertida que siempre desea comunicar algo, pero también escuchar a las personas cuando tienen necesidad de hablar. Luego entonces era necesario encontrar ese balance para comprender mejor a mis interlocutores y ayudarlos con sus problemas. La mediación no solo me dio excelentes herramientas para la comunicación sino para comprender la importancia de escuchar activamente para ayudar a resolver. En el ejercicio de esta hermosa profesión he encontrado que puedo ser de utilidad para pacificar los entornos y contribuir al mejoramiento de la calidad de las relaciones interpersonales y comerciales de mis clientes. Como ven, mi trabajo me llena de satisfacciones y es mi deseo seguirme preparando, como hasta ahora tengo por costumbre para estar cada día mejor capacitada y ser de utilidad en gestionar, transformar y solucionar sus conflictos.
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